Los músculos son un tejido formado por fibras cilíndricas o células musculares, que a su vez se componen de filamentos delgados o gruesos.
Esas fibras están colocadas unas al lado de otras y unidas por tejido conectivo, que a cada extremo del músculo se hace más notorio y forma los tendones que unen el músculo al hueso, el tendón que une el músculo al hueso fijo se llama tendón de origen, y el que une el músculo al hueso móvil de la articulación, toma el nombre de tendón de inserción.
Los tendones de los músculos son los que tienen la fuerza de contracción del hueso, tirando de él para crear movimiento, y proporciona estabilidad a las articulaciones o la unión de los huesos.
Protegen el esqueleto y los órganos, facilitan el desarrollo de sus funciones como la cardiovascular o la digestiva, además de permitir la movilidad de las vísceras.
Aunque no todos los músculos están unidos por tendones, algunos lo están por otros músculos, e incluso por la piel, como es el caso de los músculos faciales.
Los músculos del cuerpo humano constituyen el 40%* de su peso aproximadamente.
*Aunque ese porcentaje variará según la actividad física y la dieta de cada individuo porque influyen directamente en la cantidad de masa muscular.