El líquido intersticial se produce cuando la sangre llega a los capilares para hacer ese intercambio de nutrientes y oxigenación, y parte del plasma sanguíneo se “escapa” por los poros de los capilares, y el sistema linfático debe devolverlo a la circulación.
La sangre que contiene proteínas, agua, oxígeno, azúcares, células, hormonas… ejerce una presión sobre las paredes de los capilares, tejido poroso que está compuesto por células, y lo que hacen estas células es “filtrar” los elementos más pequeños que transporta la sangre, los nutrientes cuyo tamaño sea capaz de entrar por esos pequeños poros como el agua, sales minerales, proteínas, azúcares, aminoácidos, coenzimas, hormonas… todo ese fluido que sale es el Líquido Intersticial, y a la capacidad de los capilares de filtrar ese líquido hacia las paredes de los capilares se la denomina presión hidrostática capilar, y la presión que devuelve parte del líquido de las paredes al riego sanguíneo es la presión osmótica.
Cabe aclarar que el líquido del intersticio no es sangre, ya que no lleva glóbulos rojos ni las proteínas más grandes, es decir, es un filtrado del plasma sanguíneo (sería la sangre sin células), unos 20 litros al día gracias a la presión hidrostática y osmótica. El cometido de este líquido es impregnar o revestir a las células permitiendo que éstas se comuniquen, repartan nutrientes y generen sus desechos metabólicos, para que ese líquido sea renovado y no atasque el hueco intersticial, el Sistema Linfático lo drenará mediante la linfa.
El líquido del intersticio no es sangre, es un filtrado del plasma sanguíneo, sería la sangre sin células.