Células que aprenden a reconocer, recordar y procesar los antígenos, eliminando principalmente los que puedan aparecer en el sistema cardiovascular. Como hemos visto en el punto anterior, pertenecen a la familia no profesional de los fagocitos, pero son tan relevantes para el sistema inmune que se estudian por separado.
Este tipo de glóbulos blancos que producen anticuerpos para defender al organismo también se divide en 3 tipos:
- Linfocitos B: constituyen el 40% de los leucocitos o glóbulos blancos de todo el cuerpo y se responsabilizan de la inmunidad humolar (líquidos del organismo), se crean en la médula ósea donde maduran para desplazarse hasta el bazo y son transportados por el sistema linfático a todo el organismo.
- Linfocitos T: son el 30% de los leucocitos y siendo responsables de la
inmunidad celular, se crean en la médula, maduran en el Timo y recorren el
organismo por el sistema linfático.
- Linfocitos NK: sus iniciales viene por ser “Natural Killer”, células que se
dedican a matar al instante cualquier antígeno que encuentren en el organismo, por lo tanto su respuesta inmune es innata, al contrario que la de los linfocitos B y T que es adquirida ya que aprenden a identificar al antígeno, acabar con él y recordarlo gracias a su memoria celular.